miércoles, 7 de octubre de 2009

¿Falta autoridad?

Después de varios meses, por fin he escrito algo para mi blog. Espero no herir sentimientos con mis redacciones ni con los contenidos. Hablaré, sobre todo, de los temas que más me interesan: educación, música y deporte (aunque pueda que hable de otros temas). Debido a mi poca capacidad de creación y de imaginación, las subidas de textos propios no serán muy asiduas. Sin más, un saludo y al grano.

Es indiscutible que algunos sectores del alumnado de la escuela de hoy tengan un comportamiento negativo, e incluso violento con sus profesores. ¿Qué soluciones existen para resolver este problema?

Como cita hoy Juana Vázquez (
catedrática de Lengua y Literatura y escritora) en El País , las últimas reformas educativas han otorgado al alumnado 59 derechos frente a 9 deberes. Esto probablemente ha sido una reacción a los interminables e insufribles años de la dictadura, en donde el docente tenía potestad para hacer lo que quisiera con sus alumnos. Aquella era la época en la que si el profesor pegaba a un alumno y éste se lo decía a sus progenitores, éstos le reprimían igual que el docente. Sin embargo, hoy lo que pasa es totalmente diferente. Hemos pasado de un extremo al otro. Y para volver al otro extremo otra vez, sectores de la sociedad están de acuerdo en volver a depositar en el docente la autoridad que se le ha ido arrebatando con el paso de los tiempos y con los cambios de la sociedad.


Evidentemente, la sociedad va cambiando, no sé si a mejor o a peor, pero va cambiando. Y la historia nos enseña los errores y virtudes del pasado. La presidenta de la Comunidad de Madrid ve como una virtud la plena autoridad del profesor, como en tiempos pasados. A través de la ley que plantea E. Aguirre, pretende solucionar el problema que tanto preocupa a los docentes. También dice que "hace tiempo ya que los profesores reclaman un mayor apoyo institucional que refuerce su autoridad (…)”. Bajo mi punto de vista, no se trata de dar un apoyo institucional a los docentes, sino de erradicar el problema.


¿Cómo podríamos extirpar el problema de raíz? Pues trabajando con los alumnos. Y no me refiero a repartir a los alumnos 3 folletos al año diciendo que no es bueno pegar a los profesores. Porque si un alumno “conflictivo” es capaz de atraer la atención de todos sus compañeros, y de dominar la situación en las aulas, por qué los profesores no pueden llenarse de valentía y mostrarle a sus disidentes la verdadera situación en la que se encuentran los docentes e invitar a los alumnos a cambiar de actitud. Pero que quede bien claro que no culpo a los profesores de la situación, ni mucho menos insinúo que los docentes no hagan nada para acabar con esta lacra. Y tampoco quiero buscar un culpable, pero si me gustaría destacar, para ir concluyendo, la falta de formación pedagógica que tienen los docentes de secundaria. Porque con un curso de varios meses (que ya va a cambiar) no se prepara a los futuros docentes para afrontar los problemas del aula, entre ellos el maltrato a los docentes.

A esta situación se ha llegado por diversas causas. Subrayaré sólo dos. Primera: las sucesivas reformas educativas de los últimos tiempos no han hecho sino mimar al alumno de forma exagerada y peligrosa. De hecho, éste tiene 59 derechos frente a nueve deberes. Esto hace que los roles de profesor y alumno se aproximen tanto que este último toma al primero por un colega más -un colega al que hay que machacar pues tiene poder para calificar sus exámenes-.

jueves, 1 de enero de 2009